3. ¿Obedece Usted la Palabra de Dios?
En 1 de Juan 2:3 lo dice claramente: "Y en esto sabemos que hemos llegado a conocerle: si guardamos sus mandamientos." Si usted desea saber si es un verdadero cristiano, pregúntese si obedece los mandamientos que hay en la Escritura. De esta forma, al dar la Gran Comisión, el Señor Jesús describió a un verdadero discípulo (Mt. 28:20). La obediencia a los mandamientos de Dios produce seguridad -la confianza de saber que hemos llegado a conocerle. La palabra griega que se usa para "guardar" en el versiculo 3, habla de una obediencia cuidadosa y solícita, y además del acto de obediencia, involucra el espíritu de la misma- un cumplimiento habitual y voluntario de la Palabra, no sólo en la letra, sino también en el espíritu.
Esa idea es respaldada por la palabra traducida como "mandamientos", la cual se refiere específicamente a los preceptos de Cristo, más que a las leyes en general. La obediencia legal demanda la perfección o la pena, mientras que en 1 de Juan 2:3, hay un llamado a una obediencia en la gracia, porque la pena del pecado ya ha sido pagada por Cristo.
El versículo presenta un contraste lógico: "El que dice: Yo he llegado a conocerle, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él". esa persona está haciendo una afirmación falsa, "...pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado" (v. 5). ¿Cómo puede usted determinar si es un verdadero cristiano? No por los sentimientos, sino por medio de la obediencia.
Si desea obedecer la palabra de Dios con gratitud en su corazón, por todo lo que el Señor ha hecho por usted, y si ve que este deseo produce un patrón de obediencia total en su vida, entonces ha pasado una prueba importante que indica la presencia de una fe salvadora.
John F. MacArthur, Salvos Sin Lugar a Dudas, Capítulo 5, pp 78.
